Juntos Para Sumar: Poyecto "Pintemos el aula"

“Pintemos el aula” Es un proyecto que nace por iniciativa de los alumnos de 3º 2º T.M. a fines de junio del presente ciclo lectivo 2011. Dada la buena predisposición de los alumnos, el preceptor, Julián De Bonis, lo comenta en sala de preceptores y junto a la preceptora Mariana Campeti comienzan a elaborar el proyecto para incluir también a otros alumnos. En una primera instancia se elevaron 3 copias (A la dirección del CET 8, a Supervisión y a Delegación AVC II) Desde la Supervisión (Supervisora Gloria Lucero) nos hacen llegar una nota de felicitaciones y acompañamiento para que el proyecto se concrete. Desde Delegación nos hacen llegar que para que el Consejo Provincial de Educación nos envíe los materiales teníamos que esperar. Llegado septiembre, sin haber recibido nada y a pocos meses de terminar el ciclo lectivo 2011, los alumnos deciden salir a pedir donación de pintura y materiales a los comercios y empresas de la localidad. Es así que el preceptor elabora la nota de pedido, con firma de la Directora Norma Sierra y sello del establecimiento y la reparte entre los alumnos. A los pocos días los alumnos con gran alegría, llaman al preceptor para comunicarle que todo lo solicitado en la nota lo había donado el Corralón “HidroAllen” y ya no tenían que seguir recorriendo más.
Al sábado siguiente, nos convocamos todos a las 10 de la mañana en la escuela para poner manos a la obra.
Comenzamos con el preceptor comunicando a los alumnos como iba a ser la jornada. Se cubrió todo para no manchar. Un compañero que había llegado antes ya se había encargado de juntar todos los bancos y sillas en el medio. Primero se rasqueteo y lijo toda el aula. Se cubrió con enduido los agujeros e imperfecciones de la pared y se limpio. Otro grupo pintaba los marcos y ventanas.
Mientras en la parrilla de la escuela se iban cocinando los chorizos para el almuerzo. Alrededor de la13 horas paramos para un almuerzo a la canasta.
Terminado el almuerzo y repuestas las energías, comenzamos a preparar la pintura para finalmente pintar. Cansadísimos miraban la hora y les parecía que no terminarían más. Pero tenían que terminar y así fue que alrededor de las 17:30 se dio la última pincelada, se limpio, ordeno todo y partieron todos juntos con el preceptor, contentos por la tarea realizada, hacia la heladería a disfrutar del helado que el preceptor decidió regalarles, tras tan dura y a la vez placentera jornada.

Generalmente acciones como está se imponen como castigo ejemplificador o como las llamadas tareas comunitarias. En este caso fue por iniciativa de ellos, fuera del día y horario escolar y con gran concurrencia. Es meta del preceptor incentivar sujetos de la convicción y no de la represión. Que las acciones se hagan por convicción de querer hacerlas sin esperar nada a cambio. Sin esperar no ser castigado o en su caso premiado. Cuando existe un proyecto, una meta en común, cuando hay unión de voluntades para alcanzarla, cuando cada uno aporta su capacidad y destreza, cuando se enciende el instinto solidario. Cuando se valora lo público como de todos y cada uno se puede llegar muy lejos. Este gesto de los chicos nos demuestra lo mucho que saben y pueden hacer. Los jóvenes no son el futuro, sino el presente. Ellos merecen ser protagonistas.